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martes, 20 de octubre de 2009

OXITOCINA


Una hormona ayuda a solventar los problemas de pareja
Un experimento demuestra que la oxitocina fomenta la comunicación y los comportamientos positivos en una discusión

Un equipo de científicos suizos ha estudiado por vez primera el efecto de la hormona oxitocina en las discusiones de pareja. Así, han demostrado que esta hormona, que ya se sabía que fomenta las relaciones sociales y los vínculos amorosos, ayuda a desarrollar comportamientos positivos en los conflictos, y facilita la comunicación entre los miembros de la pareja. Un total de 47 parejas heterosexuales participaron en el experimento, que fue realizado en laboratorio. A algunos de los participantes se les aplicaron dosis de oxitocina intranasal, mientras que otros recibieron un placebo. Tras el establecimiento del conflicto entre las parejas, aquéllas que habían recibido la oxitocina resolvieron mejor sus discusiones que las otras. Según los científicos, estos resultados apuntan a que esta hormona podría servir como apoyo a determinados tratamientos estándar ya establecidos para fomentar las capacidades de relación en humanos. Por Yaiza Martínez.
Por favor, los médicos que tengamos en escritores en red que se mojen. Hay que mandar varias garrafas a políticos, escritores enfadados, personas desconcertadas ante decisiones de interés, etc. tec.
Manuel, por favor, para mi uso personal necesito con urgencia una garrafa de unos 25.000 litros, que tengo cosas pendientes. Agradecida de por vida, ya lo sabes.

22 comentarios:

Manuel dijo...

Querida Sol: Mira que me pides cosas difíciles, eh?.

Ya no se si quieres varias arrobas de Oxitocina o una tesis doctoral sobre la Hormona. Además, estoy seguro de que sabes que es un tema apasionante para mi. No la Oxitocina en sí, sino el de los neurotransmisores: la madre del cordero.

Un comentario anterior mío en tu blog ya hablaba de ellos a propósito de la Depresión. Hoy hablamos de la felicidad, o más bien del beneficio de cierta sustancia en el “fair play”.

Cuando yo practicaba la medicina “al uso”, la Oxitocina se usaba para ayudar en el parto, puesto que estimulaba las contracciones uterinas. Ahora resulta que una tableta de buen chocolate — o unos besos y abrazos debidamente administrados — nos hubiesen ahorrado horas de inducción en el parto, ya que se dice que tanto lo uno como lo otro aumentan los niveles de la hormona en nuestra sangre.

Lo que sería realmente triste es que la gente anduviese por la calle inhalando sprays de la sustancia en cuestión para mejorar sus relaciones. Eso sería el peor indicativo de que algo andaba mal dentro de cada uno de nosotros.

Oxitocina y Vasopresina se secretan en el lóbulo posterior de la Hipófisis. La una ya sabemos para qué sirve. La otra es una Hormona antidiurética, es decir, que nos ayuda a regular la cosa de la orina y algunas otras minucias. Claro, que por el mismo razonamiento que se ha llegado a saber que las conductas amables conllevan una tasa de Oxitocina elevada en sangre, se sabe también que las conductas más agresivas se acompañan de una tasa elevada de Vasopresina.

Yo, particularmente, y sin ánimo científico alguno, abogo con firmeza por la restitución de la Epífisis a su función primitiva. Si, si, EPIFISIS: una Glándula que en la especie humana funciona de aquella manera, bastante atrofiada, pero que es responsable, según parece, de la secreción de Melatonina. Casi explicaría que su función era la de conectarnos con el medio exterior. La Epífisis o Glándula Pinneal se encarga(ba) de regular ciertas secreciones hormonales en relación con la luminosidad. Otros animales distintos del ser humano, que la conservan en pleno vigor, se ven mucho más influidos en su comportamiento por los cambios de luz estacionales, que la especie humana.

Supongo que casi todos hemos leído algo sobre la Melatonina y su relación con la depresión y el comportamiento. Ahora ya sabemos que es esta glándula, casi atrófica en la especie humana, es la encargada de la secreción de esa hormona y que se puede considerar que la glándula pineal es parte de las vías visuales y así convierte la información lumínica en secreción hormonal. La Melatonina y la epífisis son una parte importante del reloj biológico del cuerpo. Esta hormona también afecta al estado de ánimo de la persona.

Según leo sobre la marcha, produce también una sustancia (casi impronunciable) que es considerada como un potentísimo alucinógeno. A la Glándula Pineal se la ha relacionado con las visiones en las Experiencia Cercanas a la Muerte y con el “Tercer Ojo”.

Así es que, queridísima Sol, ya no se si enviarte una garrafa de Oxitocina o varios quilos de Melatonina. O, casi mejor, regalarte para tu cumpleaños un “tercer ojo” que bien-regule todo ese caos hormonal que hemos conseguido crear a través de nuestra supuesta civilización.

Y, ya medianamente en serio, lo que si propugno es que regresemos; que todos regresemos a las fuentes en las que nuestras buenas y malas hormonas se autorregulaban sencillamente por las sensaciones placenteras que nos facilitaba la selva, el frío, el calor, la ausencia de miedo.

Quizá fue el miedo el que tuvo más parte en la atrofia de nuestros cerebros. ¿Quién sabe?.

Manuel dijo...

Uffff... Lo siento... Me perdonarás el rollo, ¿verdad?

Un beso bien grande.

Emilio Porta dijo...

No se muy bien como funciona la Oxitocina...pero que en una gran parte, somos química, es evidente. Todos los antidepresivos, ansióliticos, somniferos, etc. modifican y normalizan determinadas carencias y alteraciones de nuestro sistema biológico y lo regulan de forma ostensible. No sabe duda de que el Diazepan obra milagros. Yo creo que si tuviéramos realmente conciencia de la necesidad de equilibrar las reacciones químicas del organismo todo sería más fácil.

Doctor Porta

Anónimo dijo...

De todas formas estando el eminente Doctor Martinez-Carrasco al frente del equipo médico de este grupo de locos en el mejor sentido de la palabra tenemos asegurada, no sólo información desde el punto de vista de un gran médico, sino también desde el punto de vista de un ser humano que va más allá de la solución del problema concreto en su sintomatología. Su escrito es una lección en ese aspecto.

Port

Alejandro dijo...

Soledad, has abierto un debate muy importante o, por lo menos, que puede suscitar muchos pronunciamientos. Claro, después de la clase del doctor poco más podemos añadir los carentes de conocimientos en el tema. No obstante, me atrevo a pensar que si tenemos que recurrir a la botica para llevarnos mejor con la vecina, mal andamos. Cuando no seamos capaces de enderezar nuestras diferencias con los demás, creo que debríamos ingresarnos directamente, pero antes hablar cara a cara en un día de buena juerga y mucha marcha. Eso mejor que socializar el despegue económico de cualquier insdustria o sector, que luego, cuando haya beneficios los privatizará a la salud (vaya usted a saber) de los locos que compraron. Yo por si acaso, y por aquello de que el vino saca las verdades a quien lo bebe (no me fío de los/as que dicen que no les gusta el vino), yo me voy a tomar un tinto de El Barraco, que sé que recobra el sentido. Y después, a los postres, un orujo de San Juan de la Nava, que levanta a cualquier muerto.

Sol, gracias po esta oportunidad que nos das de meter la cuchara. Y a tí, Manuel, mis disculpas por frivolizar sobe algo tan serio, perdóname.

Abrazos, besos.

Alex
P/D: Viví muy de cerca la salvación de una vida con un trago de aguardiente. Rigurosamente cierto. Cuando queráis os lo explico.

Anónimo dijo...

Querida Sol: He leído, detenídamente, el comentario de Manuel sobre tu escrito. Definitivamente, mañana me compro, en el super, unas cuantas tabletas de buen chocolate (mi mayor pasión)... Hace tiempo que no lo como, por aquello de no engordar. Pero en vista de lo leído, no pienso esperar a que los besos y los abrazos me proporcionen OXITOCINA... Ya no estoy en edad de perder el tiempo, ja ja ja.
¡Viva la felicidad y el buen rollo!

Un besito.

Mila

Soledad Serrano dijo...

Querido Alejandro, no debes dejar de contarme a mí y a todos lo de la copa que salvó la vida a alguien.
Manuel: te escribí al corro de la red de escritores, no sé si lo consultas. Ha sido un placer el comentario porque todos nos hemos enterado de lo que no sabíamos. Lo que te debo, querido. Besos a todos y muchos bombones, como dice Mila
Soledad

La Solateras dijo...

Bueno, la lección magistral de Manuel me ha dejado patidifusa ¡Yo, que siempre había creído que las cosas se arreglan con un gin-tonic, unas risas y un buen...! Cuando tienen arreglo, claro; si no, mejor no intentarlo.

Y me ha sorprendido la puntualización de que las parejas eran heterosexuales. ¿Con los homosexuales no funciona la oxitocina o es que no tienen problemas de pareja?

¡Qué horror, somos pura química! Y ante eso ¿qué hacmos?

Yo, de momento, tge mando un beso cargado de oxtocina o de chocolate, lo que tí quieras.

Rosa dijo...

Mi querida Sol de medianoche, después de leer a Manuel, ya no tengo nada claro si debemos atiborrarnos de oxitocina, que además de fomentar aquello del amor -que dicho sea de paso, no nos viene nada mal-, hace que recobremos el buen hábito de hablar para entendernos. O por el contrario, debemos eliminar un poquito de esa otra hormona, que parece que controla que no vayamos haciéndonos "pis" por cualquier rincón, a costa de andar pegando al primero que nos mire raro

Ya de la melatonina y la restitución de la Epifisis, mejor no hablar, porque resulta que se encargaba de darnos luminosidad y de nuestro reloj biológico... y claro, así pasa lo que pasa y nos engañan con tratamientos carísimos, para restituir la luminosidad a nuestra piel y disimular las arrugas, mientras nuestro reloj biológico se va parando sin apenas darnos tiempo para aprender a ponerlo en hora...
Y lo del alucinógeno que nos han quitado, mejor ni nombrarlo ¡madre mía!...

En fín, que lo que si tengo claro es que gracias a ese experimento con la oxitocina, has vuelto querida Sol para iluminar -tú sí- el blog y eso me hace sentirme bien, así que parece que algo de razón tenían.
Y Alex por favor, no nos dejes así y cuéntanos el “milagro del aguardiente” que me has dejado intrigada.
A mi chico, qué decir, porque mira que es “listico”, como dicen en su tierra y qué orgullosa estoy de él.
Besos con mucha oxitocina.

Manuel dijo...

Buenoooo... La que ha despertado la “hormona San Suplicio”... Yo que solo pretendía hacer apostolado.

Viene Emilio con los efectos de antidepresivos y benzodiacepinas sobre el organismo. Y yo le quisiera matizar que los unos, a veces, dan con la tecla y consiguen regular la disfunción. Otras veces ni flores. Y estas suelen coincidir con la ausencia de depresión y la existencia de “problemas” a los que la gente llama “depresión”.

Las Benzos... (valium, diacepam, Rhohipnol, Myolastan...) constituyen una familia compleja de la que, la mejor carta de presentación, es que tienen “tolerancia cruzada con el alcohol”. O sea, que si estas muy acostumbrado a os cubatas, las benzos te hacen poco efecto... Mas o menos...

Alex, de frívolo no tienes nada, sino todo lo contrario. Me interesa vivamente lo que escribes y el alma que anima tu escritura. Pero ya tardas en contar esa historia, que nos tienes a todos en ascuas...

Mila, que si, que el chocolate (yo tomo ahora “negro 90%) está muy bien, pero que unos abrazos bien dados no tienen precio... ni edad...

Ana: no conozco pastilla que sustituya una copa amable. Ni tampoco remedio para solucionar una copa amarga. Tu ya sabes: son los dos extremos de una misma cuerda. Me quedo con mi whisky y una buena compañía.

Y mi querida Rosa, que me viene a decir que tanta hormona, tanta palabra, no hacen falta para decir “te quiero”. Y mira que tiene razón, aunque me reviente esa espontaneidad suya tan llena de sabiduría.

Un beso grande para la autora y otros varios, no más pequeños, para cada visitante.

Anónimo dijo...

"Manuel, que yo te quiero mucho y agradezco tus conocimientos y consejos sobre las "benzos"...eso en primer lugar...Y, sobre el whisky... voy a hacer una aseveración. "Yo creo que el hombre (Manuel) hace al whisky...no el whisky hace al hombre (Manuel)". Vamos que no es lo mismo en unas manos que en otras, digo yo. Si vieras la cantidad de "gilipollas" que he conocido en mi vida con un cubata o un whisky en la mano...te quedarías a-lunizado...Lo mismo digo de las sustancias quimicas...supongo que a Poe le producían sensaciones muy diferentes que a Himmler...y a Castaneda diferentes a Michael Jackson en sus fantasias "infantiles" en Wonderland. De todas formas, es genial aprender...y el tema, en si, apasionante. Y eso que no hemos hablado de las "enzimas" que nos sobran o faltan a algunos en la corteza cerebral...

Port

Enrique Gracia Trinidad dijo...

Una sospecha tremebunda... ¿Para qué necesitará tantos litros de la cosa esa mi señora esposa?
¡Acho, achoooo! ¡Le debo estar haciendo la vida imposible!
Es que ni me consuelan las explicaciones científicas de tito Manuel.
No sé si cortarme las venas o dejármelas largas.
Ya os contaré cuando lleguen las garrafas de la oxitocina o de lo que sea.
Entre tanto, mis desconsolados abrazos.
Enrique

antonio castillo dijo...

Queridos compis, me sumo al debate para aportar una idea por la que tal vez me váis a tachar de atrevido ignorante y lunático, el primero D. Manuel, aunque no me parece un médico de esos... poco tratables, sino todo lo contario, de los que debe ser un gustazo acudir a su consulta. Pero, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? Estamos tan seguros de que la tristeza responde a esa hormona, que no recuerdo ahora su nombre, disculpad,o más bien la hormona intensifica su presencia a causa del pensamiento triste que habita en el cerebro. Y, otra locura aún peor, estamos tan seguros de que enfermamos porque nos invanden unos virus, o nos invaden unos virus porque estamos enfermos. Es decir, la quimica orgánica o el pensamiento. Ya se que, gracias al pensamiento, me váis a contestar, que primero la química. Ojalá me equivoque. Un beso a todos y en especial a la dueña de la casa.

Javier dijo...

Estimada Sol:
Estoy "estumefacto". Me voy unas semanas, me planteo un tema que puede ser divertido e interesante, lo cuelgo en la Red, veo un comentario y Santiago Solano me habla de la Oxitocina. Vengo por aquí alucino. ¿Es esto transmisión de pensamientos? ¿Es coincidencia pura y dura? ¿Son vibraciones reverberantes?...
Tu planteamiento de este asunto me ha gustado. Química, relaciones de pareja, soluciones mágico-realistas, toda una controversia. Y luego llega Manuel y nos da una clase magistral sobre la utilidad del whisky, del chocolate y de los besos. Mis tres aficiones favoritas (incluyo la cerveza en el grupo del whisky). Y resulta, por los resultados e esa terapia que estoy en el buen camino. Acierto con el tema y acierto, aplicado en mi realidad, con el tratamiento. ¡Qué quieres que te diga! Me siento en buenas manos.
Ah, Enrique, no te preocupes. Estas mujeres son así. Cualquier cosa para alcanzar ese punto de romanticismo que a nosotros nos cuesta tanto entender y practicar.
Un beso Sol.

Pilar dijo...

SOOOL!!
Paso sin poder leer todas las lecciones de mi querido tio y los diversos comentarios. Vengo para decirte que me ha hecho mucha ilusión tu comentario en mi blog (creo que es el primero no?) y que por supuesto nos conoceremos el día 14, y estaré encantadisima.
Muchisimos besos!!

La Solateras dijo...

Los tres besos que te dejaste olvidados en el bar de Lavapiés los recogí yo sin que te dieras cuenta. Y las lágrimas... las lágrimas cuando se mezclan con otras sale un condimento la mar de rico, pero que hay que añadir a los guisos en muy pequeñas dosis, so pena de que el plato resulte demasiado salado. En tu caso, sin embargo, siempre tiene más fuerza el dulzor que la amargura. No cambies nunca, please.

Alejandro dijo...

Sol, que se me ha terminado el frasco de la Oxitocina, y no encuentro en las boticas del barrio. ¿Por qué no nos preparas otro elixir? Cualquier cosa... Tus tabletas y comprimidos, perlas de arte hechas con palabras, nos hacen siempre mucho bien. Reconfortan tanto. Anda, porfa.

Besos

Alejandro

Anónimo dijo...

Querida Sol: Haz caso a Alejandro. Se te echa de menos.

Un besito.

Mila

Emilio Porta dijo...

Ya ves que te queremos. A lo mejor me curas la tos con un escrito mágico. Estoy más malito de lo que parezco...esa tos perruna e irritativa necesita un poco de tu magia narrativa. Por uno de tus cuentos cortos, anda. Es sólo cortar y pegar. Un ratito. Un beso.

Port

Soledad Serrano dijo...

Queridos, Emilio, Mila y Alejandro. No es por falta de ganas, es por falta material de tiempo. He tenido bastantes problemas con papeleos de las niñas y una absoluta imposibilidad de hacer otra cosa. Os agradezco en el alma vuestro cariño y apoyo. Os quiero, Soledad

Montse dijo...

Querida Sol,
Es un placer leer tu blog. Tus textos son muy inteligentes y ya sabes que yo envidio a la gente inteligente. De hecho, la inteligencia es la hormona (hormona es un decir) que más placer me produce. De manera que lo he pasado fenomenal leyendo los comentarios de nuestros compañeros. Es genial aprender. Muchos besos,
Montse,

Anónimo dijo...

Bueno, para varias sorpresas, yo tomo 5mg de aripiprazol y 2.5mg de diazepam por día.
El tema es el siguiente... Hace 3 días que vengo aplicándome la famosa hormona oxitocina. Y el resultado es el siguiente:
Síntomas de abstinencia muy similares a al síntoma de abstinencia a las benzodiazepinas. Si alguien es doctor creo que va a saber a que síntomas me refiero. Pero de todas formas son leves a moderados.- No tengo temblores ni nada exagerado. Y me mantengo lucido.-
Pero me surge una gran duda, acaso dicha hormona cura el acostumbramiento ocasionado por el diazepam? o esta actuando en el acostumbramiento del aripiprazol también ?
Si esto es así, estaríamos frente a algo muy novedoso, ya saben el dicho "el amor lo cura todo" y en este caso... no es amor, pero si la misma sustancia química.

Saludos
Espero que les haya sido de utilidad mi comentario.